Tus tratamientos faciales imprescindibles en Otoño, son los relacionados con la #despigmentación y el #rejuvenecimiento facial. A continuación, te contamos cuales son estos tratamientos que devuelven a nuestra piel un aspecto más joven, luminoso, terso y sin manchas.
IPL (luz pulsada intensa):
Supone un arma terapéutica de gran valor, con múltiples aplicaciones y muy buenos resultados si se aplica correctamente. El espectro emitido comprende de 400 a 1200nm, pudiendo además (dependiendo del modelo) modificar el número de pulsos, la duración, el intervalo entre pulsos, etc.
Debido a su gran versatilidad, tiene gran variedad de indicaciones: depilación, acné vulgar, lesiones vasculares faciales (desde pequeñas telangiectasias hasta manchas en vino de Oporto), lesiones pigmentarias, foto-rejuvenecimiento.
Es de especial interés en el tratamiento de la rosácea, el acné, el melasma y otras patologías de difícil control. Si bien la curva de aprendizaje de estos aparatos es mayor, la mayoría de los sistemas traen ya predefinidos algunos tratamientos, pudiendo ser modificados después por el operador. Esto disminuye los riesgos.
Peelings:
La aplicación de sustancias químicas sobre la piel para producir la eliminación total o parcial de la epidermis y partes variables de la dermis para ser reemplazadas por nuevas células de mejor calidad es la definición de esta técnica. Es un tratamiento clásico en medicina estética, pero no por eso menos efectivo que otros más modernos.
Se diferencian por su grado de profundidad (superficial, medio y profundo) y por la sustancia química empleada (gran variedad de sustancias empleadas). Las indicaciones generales de los peelings vienen dadas por los problemas que queramos tratar.
– Peeling superficial (0,06mm): indicado para envejecimiento Grado I (fotoenvejecimiento leve, arrugas leves, hiperpigmentaciones, acné activo, cicatrices acneicas leves, engrosamiento del estrato córneo…). Se realizarán con una frecuencia entre 7-30 días, en número de 2 a 4 sesiones.
